jueves, 19 de noviembre de 2009

Palabras para Lula



Los ojos de Lula, mi niña, son los que miran Sanlúcar, los ojos de una perra, miran la vida como casi todos, como una perra.
Por la mañana se ponen cuesta arriba todas las cuestas, pero por la noche, están durmiendo y por lo tanto están cuesta abajo. Ya más tarde, todo vuelve a la normalidad. En una persona la activación se llama estrés, en un perro ladrido. Por eso opté por domiciliar mi nómina en la perrera de Gibraltar. Para no pagar impuestos perrunos. La velocidad no vale para nada, por eso todos nadan contra la velocidad. Unos mejor… otros peor… Cuando mis padres se van yo me quedo mirando para causarles complejo de culpa, o síndrome de Estocolmo. Y ellos me llevan en coche para que les vomite la alfombrilla nueva. Mi hermano está ostiao. Le muerdo y me besa, lo beso y me muerde, todo al revés pero con mucha mala leche. Mi casa está en su camino. Mi camino está en su casa, por esos son mis papis. Y que cuidan y me quieren, los sijoputa. Mi amigo tiene una cámara con tantos megas, que no le cabe ni el botón del disparador. Pero yo soy tan perrogénica…

No hay comentarios: