Ocho días de huelga en Francia han desabastecido por completo las gasolineras de ese país. La causa de este courage que enfervorece los ánimos galos es el retraso de la edad de jubilación a los 62 años, que en la actual ley se sitúa a los 60. Este país adalid de las libertades personales, vuelve a pasar por la guillotina de la rebelión todo aquello que suene a regresión o involución de los derechos de los ciudadanos, aquello que suponga la vuelta a los años de la chulería patronal y del descaro de los gobernantes pagados por la banca. Y los sindicatos armados hoy de cerca de cinco millones de manifestantes, con la educación cerrada a cal y canto, han salido a manifestar su malestar contra la que sería la ley mas regresiva desde los tiempos de de Gaulle. En españa, donde la edad de jubilación está en 65 y el Gobierno pretende situarla en los 67, estamos como corderos, desubicados, perdidos en la ignorancia a la que nos somete este sistema de liderazgo televisivo, bipartidispa y teatral, con políticos cejudos que ya no prometen nada y que se baten en retirada y nos dejan después de sus años de latrocinio con el culo al aire y la cama hecha para que nos gobierne la derecha retrógrada que ellos -los socialistas- también representan. Me alegro de tener vecinos que, pese al fascismo descarado de su presidente Sarkozy, salen a la calle y arremeten contra el sistema, bloqueando la producción energética y la distribución de bienes de consumo. A pelarla neoliberales. Sarkozy y Zapatero chorizos y canallas devolved vuestro sueldo. Fdo.: José Antonio Segura Velasco
1 comentario:
amén.
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