domingo, 27 de diciembre de 2009

Hopenhague, licencia para contaminar...

Contamina y sé feliz

Queridos políticos en Copenhague, sólo unas palabras: especuladores, ladrones, asesinos, polucionistas, inoperantes, flojos, mantenidos, rateros, comemierdas, rastreros, hijosdeputos, murcios, mentidores y mangantes. Yo os metía las chimeneas de las térmicas, en los saloncitos de vuestras mansiones, el cáncer de piel y de pulmón para vuestros vastaguitos, la lluvia ácida a vuestros jardines y que papá noël os lleve uranio en forma de papas aliñás... que están muy sabrosas. ¡Ah, se me olvidaba! Devolved vuestro sueldo a los afectados por la crisis ya que no servís para nada. Josegura. Felices Contaminaciones...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Españolismo cateto




Para entendernos a los españoles, los extranjeros tienen que hacer taichí, o beber cinco litros de sangría, o fumar cigarrillos aliñados. Porque francamente somos la civilización más tosca y campera que pisa Europa, muy por delante de Portugal o Grecia o Italia en lo bruto y en lo bárbaro. Paquillo Franco en su afán por recuperar el espíritu patrio dejó la piel de toro sembrada de surrealidades y de atrocidades estéticas, en las que los españolitos nos entreteníamos por miedo a sindicarnos a un partido político clandestino. Los tres iconos de aquel tardofranquismo abusivo fueron el boxeo, retransmitido en horario de adultos, el fútbol y los toros. En el caso del boxeo dos pobres no sindicalistas podían darse de hostias hasta quedar exhaustos para satisfacer las acalladas ganas de matar al dictador y toda su dictadura, un sedante relativamente lógico, en el que ningún animal -al menos irracional- acababa herido. El fútbol era el único lugar donde vociferar "hijodeputa" a la autoridad del campo, no te llevaba a la cárcel por comunista. Todavía hoy es el mayor adormecedor de masas que conozco, una voraginosa masa de hordas borricas rompiendo las fuentes públicas de la ibérica...
Pero la herencia españolista por excelencia la constituyen los toros: LA FIESTA NASIONÁ. En la que caben folklóricas catetas con bigote, viudas, nietos y demás vástagos del Generálísimo, machos marcapaquetes con patillorras, caciques y señoritos de Cádiz con monocultivo de reses bravas, en las dehesas heredadas de Guzmán el Bueno, rejoneadores que no han dado un palo al agua en su vida, flojos y parásitos descendientes de Don Pelayo, el matamoros, toreros analfabetos que heredan programas de la televesión pública andaluza, y nos dan la tabarra en la insoportables programaciones de la RTVA. Y en el coso de la barbarie esos negreros y especuladores, gordos como vacaburras, fumando puros pestilentes, gritando, óóóóóóleeeee. Alabo las medidas de la Generalitat por erradicar tan salvaje expresión de primitivismo y su descarado y tendencioso republicanismo. Visca España... Fdo.: Jose Antonio Segura Velasco

lunes, 14 de diciembre de 2009

Castas, reprimidas y beatonas




El sexo es la llave de ese paraíso que la religión quiere clausurar a toda costa. Es algo placentero, gratuito y relajante, sirve para comunicarse, para expresarse, para mantener el corazón y las neuronas a salvo de un colapso. Es objeto de las más ridículas represiones católicas, que conciben la reproducción como único motivo para el ayuntamiento carnal, con la prohibición expresa de usar barreras que impidan el intercambio de fluido vital, ese de las palomas y las vírgenes. Además de ser un claro aliento a la difusión de enfermedades de transmisión sexual (ETS), y una clara y decidida relegación de la mujer al mero papel reproductivo, condenando el placer como algo diabólico. Y toda esta visión cigótica de los reflujos corporales excluye igualmente cualquier práctica no ortodoxa de la fornicación: la homosexualidad en cualquiera de sus formatos -cura con cura, monja con monja- así como la ancestral práctica onanista con la que todos y todas entramos en calor en las gélidas noches de invierno, matándonos a pajas. Pero incluso en la más secreta de las intimidades dios, que es negra, nos observa apuntándonos con su rayo para machacarnos por pervertidos, cuando sus representantes en la tierra son el mayor ejemplo de lascivia y de pútrida concupiscencia, pero ellos tienen el perdón de la Banca Vaticana y de Gescartera. Fdo.: José Antonio Segura Velasco. Fotografía de Pier Paolo Pasolini

viernes, 4 de diciembre de 2009

Rouco Varela rechaza que la democracia "imponga" la retirada de los crucifijos de las escuelas

El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, "La democracia funciona con la libertad y no con la imposición". Madridpress.com
Leo en la prensa este artículo en que la mansa y pacífica iglesia católica, y en su nombre este librepensador Rouco Varela, lamentan la imposición antidemocrática de la retirada de los crucifijos de las escuelas. Si este intelectual de la fe quiere libertad de veras deberíamos llenar las aulas de estrellas de David y de medias lunas árabes, o del Ying Yang, o de los dioses de las exterminadas poblaciones indígenas de América. O deberíamos explicar con pelos y señales a nuestros alumnos qué era aquello de Gescartera, o el perdón de las violaciones cometidas por curas pederastas, o las palabras del Papa en que aseguraba que no habrían muerto tantos judíos en los campos de extermino, o la cerrazón contra la razón que llevó a la hoguera a tanto científico y tanto disidente.
Por mí como si ponen estampitas del Fray Leopoldo en las narcosalas. El problema es que con mis impuestos se paga el sueldo de ¿profesores? que imparten una fe con la que no comulgo, y adoctrinan en una babosa y pegajosa y tocona religión a unos chavales y chavalas que no tienen culpa de la perversión de una moral que es la del Jesús comunista que reparte lo que tiene entre todos, no como esos ladrones y mangantes y parásitos del guisopo. IGLESIA QUE ESTÁ CONTENTA CON LA DIFUSIÓN DEL VIH POR EL TERCER MUNDO ADONDE SE NIEGA A MANDAR CONDONES. Iglesia que se niega a reconocer y admitir sus pecados sin número y que pretende que la culpa siempre es del pobre y su miseria se debe a no admitir las demandas sexuales de los ricos. Lo siento pero esta iglesia me repugna, me da náuseas y creo que debería replegarse a sus centros de culto y dejar en paz la vida civil y laica de los españoles y españolas.