jueves, 22 de agosto de 2013

¡Oh Dios, un intelectual!

La función de un verdadero intelectual es la de estar al servicio de su cuenta corriente, escribiendo gilipolleces estéticas que no comprometan su estado espiritual ni su posición el las listas de venta del grupo RISA. Los intelectuales que son madera de éxito internacional, que dan ruedas de prensa para autistas, que no se mojan aunque en su país la miseria se esté fagocitando a la cultura, ganando con parsimonia dinerito judío y mirando para Trafalgar o desplegando un alarde de memoriales del siglo de oro, esos eruditísimos y cultísimos, por mí pueden irse al carajo. Ya está bien de mirar para otra parte, de creerse españolitos en el exilio, de creerse de una casta intocable, de escribir mamarachos para el carrito del súper, literatura al peso, de martillear la escasa conciencia política para borrar sus secuelas en la vida de la calle. Nos riñen por no arrodillarnos ante su magnificencia, hablan de su país como si fueran selenitas, y nosotros allá abajo, suplicando una nueva entrega de sus fascinantes mamotretos. Una vez que llenan su tripa de jamón ibérico ponen a parir a esos que se arrodillan ante el poder, cuando en su país la gente está comiendo de la basura, y son precisamente ellos los que llevan lustros haciéndole el juego al capital y a la banca, dándoles igual el voto que les represente o la toga que los ilumina. Insisto, ¡que se vayan al carajo!
José Antonio Segura Velasco.

jueves, 11 de julio de 2013

Subasta de imbéciles

A mí, aunque no lo exteriorice, me dan pena los europeos del norte, tan ricos, tan gordos, tan hijos de puta, tan negreros, tan ataráxicos, tan pedigüeños, tan rentistas, tan usureros, tan faltos de conceptos artísticos, pero a pesar de ello, no los vitupero por sus carencias estéticas ni humanísticas. Si tienen cara de perros es por su insensibilidad mercantil. Si no saludan ni dan los buenos días ni besan a sus hijos en los morros, es porque perdieron esas costumbres en los campos de exterminio o en las explotaciones calvinistas afrikaners o en las playas del Saloufest. En cambio son tan rubios... y sus ojos son tan azules... y su raza tan aria.

domingo, 2 de junio de 2013

"Fango", el nuevo trabajo de los Bourbon

Escuchando a estos colegas sanluqueños tengo la sensación estar entrando en un tugurio con atmósfera de humo y con una peña de pelambreras y de nudillos en forma de cuernos. Pero sería caer en un topicazo si dejamos de percibir la madurez y profesionalidad que han alcanzado después de muchos años de amistad y de garaje de ensayos. Estos hermanos cruzados, Raúl y Álvaro Guerrero más Pitu y Juanma Gonzálvez, llevan años percutiendo con sus púas y baquetas la constancia que sólo unos músicos de verdad soportarían dada la ausencia de infraestructuras de ocio y de difusión de la cultura que ellos representan. No dejo de mencionar el trabajo que hay tras las letras de este CD, además de la acomodación de los versos a la música, currada al detalle y la originalidad de sus argumentos. Me llama la ateción su tema Johnny ha vuelto al barrio porque narra la historia de cualquiera de nosotros que sale al mundo dejando amigos y familia que después no nos reconocen ni nos pertenecen, un temazo.

"Miré calle arriba y no vi más que un bar
y pregunté antes de entrar si les era familiar
no, nadie me hizo caso, empecé a caminar
hasta el lugar donde nací que ya no era mi hogar."

Bourbon:
Raúl Guerrero: voz y guitarras.
Pitu Gonzálvez: guitarras.
Juanma Gonzálvez: bajo y coros.
Álvaro Guerrero: Batería y coros.
Mezclado por Curro Ureba en estudios Trafalgar
Contacto: http://bourbon1.bandcamp.com/
617087507 / 671278238

miércoles, 24 de abril de 2013

Pijos sin fronteras


Resulta demodé usar el iphone 5 cuando eres pijo de verdad. Es casi obsceno hablar de dinero y mucho más pagar el café que te tomas, siempre paga una cateto. Los pijos no cagan, no mingitan, no estornudan, no esnifan, no follan, no transpiran, ni sudoran, destilan chanel 5. Lo pijos no tienen tele, ni escuchan noticias, no atesoran libros (qué vulgaridad). Los pijos van a balnearios con tratamiento antiestrés de chocolate, viajan a la INDIA para hacer reflexiones sobre la estética de la pobreza, ajena claro. Un pijo mira al cielo y no ve nubes, ve gominolas, mira a su alrededor y todo es sector servicios, todo es mucama y criado. Pero cuando un pijo se hace viejo, o enferma o se muere, como dijo un tal DIÓGENES no lo quiere ni su puta madre.
Salud y República.
Ozelito.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Alma de cántaro.

A la voz de ¡arrr!, pinche guey.
Pero nada, no obedece. Su voluntad no se bloquea, ¿porque fuma tronchos?, ¿porque su emisora está encriptada? Sea cual fuere el motivo este muñequito ha salido desobediente y díscolo, no hay quien lo meta en vereda. Prefiere seguir comiendo mijo a comer de la mano del cacique, o como diría Sánchez Gordillo, de la mano del cortijero. Y es que ni a la mano negra le teme, ni al sindicalismo vertical de Rita Barbera, con su CSIF de gorilontes fascistas, ni a las nominaciones Honoris Causa de todos los presidentes bananeros -Rajoy, Aznar-, con sibilaciones de esperma en la boca mientras veneran al presidente de la CEOE, o a la Coferencia Episcopal, o la Cope, o Intereconomía o maldigan el aborto o saquen a pasear su homofobia recalcitrante
Aunque la misera vulnere sus dientes, aunque la estrechez vitupere su ropa, su alquiler y sus zapatos no obedece ninguna orden: antes muerto que cura o policía. Y la vida pasando como quiere. ¡Viva México, pendejos! 

domingo, 10 de febrero de 2013

Óscar Fariña el gaucho cumbiero

Corriendo por entre los versos de este autor, hijo de una mucama paraguaya y orgulloso de una marginalidad consciente, me encuentro con una genial re-creación actualizada de un libro del que como dice el propio autor todo el mundo habla, pero nadie ha leído: El gaucho Martín Fierro. Los cinco días de espera del envío desde Buenos Aires hasta Cádiz -no tiene distribución en Europa su obra- y la factura en pesos argentinos dentro del volumen, hacen si cabe más humano y cercano todo el proceso autor-lectores, sin intermediarios, para tener el privilegio de leer una de las voces poéticas más vigorosas de las letras hispanas actuales. Su texto escrito en jerigonza suburbana incluye un glosario para oídos extranjeros, que además de aclarar contenidos sirve de actualización futurista del idioma de José Hernández. La pobreza, la misma. El frío de la cárcel el mismo. Y los mismos miserables y los mismos policías corruptos. Por ello más que una recreación de un clásico es una actualización de la repetida realidad de los seres sin más salida que la violencia. Los olvidados de cualquier rincón de América que sobreviven como inmigrantes en su propio país. Espero que pronto su libro esté en todas las librerías y lo lean los niños, las abuelitas y los ministros de cultura. Suerte al autor.

Óscar Fariña. El gaucho Martín Fierro. Ed. Factotum.  
I.S.B.N : 9789872457952