A mí, aunque no lo exteriorice, me dan pena los europeos del norte, tan ricos, tan gordos, tan hijos de puta, tan negreros, tan ataráxicos, tan pedigüeños, tan rentistas, tan usureros, tan faltos de conceptos artísticos, pero a pesar de ello, no los vitupero por sus carencias estéticas ni humanísticas. Si tienen cara de perros es por su insensibilidad mercantil. Si no saludan ni dan los buenos días ni besan a sus hijos en los morros, es porque perdieron esas costumbres en los campos de exterminio o en las explotaciones calvinistas afrikaners o en las playas del Saloufest. En cambio son tan rubios... y sus ojos son tan azules... y su raza tan aria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario