El reciente suceso del derrame de hidrocarburos no impide la presencia de banderolas de Cepsa en nuestras playas. Según Medio Ambiente no ha llegado ni una sola galleta de chapapote al Parque Nacional, pero la suspicacia de las organizaciones ecologistas reclama más sensibilidad medioambiental a las autoridades. La propia compañía explica que un elemento externo chocó contra la tubería que transporta el crudo permitiendo así la fuga del combustible desde la refinería de la Rábida en Huelva. Si la seguridad de una tubería de esa categoría está en manos de la providencia cualquier día tendremos que lamentar males mayores, sobre todo si la administración no le mete un paquete a esta compañía que parece estar riéndose de todo el mundo maltratando el último pulmón natural del sur de Europa. Por ello creemos que es lógico cobrar una tasa aún más fuerte a estos magnates de la economía que no escatiman medios para joder el medio ambiente. Que paguen por el daño que han hecho al medio natural y a la imagen turística de toda la costa occidental andaluza. Con la dañada economía local en todos los sectores, lo único que nos faltaba era esta nefasta publicidad que debería asegurarse de cobrar la administración autonómica o la nacional la que corresponda. (Texto y foto de José Antonio Segura).
1 comentario:
Pero si la culpa no es de Cepsa, la culpa es de los que hacen la vista gorda y los dejan hacer los que les sale de los cojns
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