Este fin de semana aprovecharemos para pasear nuestro tipo con porte y tronío por los emblemáticos templos del mosto en el Barrio Alto. Ese vinillo que se cuela por la garganta alegremente, acompañado de pajarillas, costillitas y otras delicias a bajo coste, en esos templos del tiempo libre y del relajo postindustrial. Tiempo para vivir y beber, con moderación...
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