PEDRO ESPINOSA - Cádiz - 02/09/2009 EL PAÍS
Tras una investigación de varios meses, la Guardia Civil ha podido detener a cuatro personas relacionadas con una presunta estafa cometida en la residencia El Santísimo, de Medina Sidonia (Cádiz). Los agentes creen que los anteriores responsables del centro, que se vestían como sacerdotes, engañaban a los ancianos para ganarse su confianza y aparecer como autorizados en sus cuentas bancarias. El montante económico oscila entre los 150.000 y los 200.000 euros. Las indagaciones han revelado que estas prácticas se han venido produciendo desde hace más de 20 años.
La investigación se inició con dos denuncias de particulares. Un residente reveló en seis años le sustrajeron 6.300 euros de su cuenta. Según otro denunciante, la pensión de su hermano -ya fallecido- había desaparecido por completo tras pasar dos décadas en el centro. Los agentes de la Policía Judicial de Barbate iniciaron entonces una investigación que se amplió hacia otros 120 residentes. Se descubrió que en 40 casos se habían producido cobros fraudulentos de sus cuentas en cantidades muy elevadas.
No es la primera vez que esta residencia es noticia. En las dos décadas de gestión de la asociación benéfica Obreros de la Cruz, nombre que ha bautizado esta operación, se han sucedido los escándalos. El centro, de carácter privado aunque con plazas concertadas por la Junta, cambió de manos en mayo de este año, después de que se hiciera efectivo un alzamiento judicial contra los anteriores gestores por impago del alquiler a la empresa que había comprado el inmueble. En 2002 dos de los ahora detenidos habían sido investigados por supuestos abusos sexuales en el centro por denuncias de dos empleados.
Las pesquisas se centraron en el principal gerente, José Herrera, conocido como hermano Pepe. La Iglesia ya aclaró en su día que la asociación, aunque se presentaba como católica, no está reconocida eclesiásticamente. Las indagaciones de los agentes permitieron descubrir que los gestores realizaron reintegros "ilícitos" y pagos a sus proveedores con el dinero de cuentas de los ancianos. Todas las víctimas tenían algún tipo de minusvalía mental o física. La Guardia Civil cree que el dinero utilizado les sirvió a los hermanos para realizar inversiones en hostelería, alimentación y ganadería, que no tuvieron éxito.
Los tres supuestos religiosos fueron localizados en Benalmádena (Málaga), donde habían fijado su residencia. El administrador fue arrestado en Medina y fue el único que aceptó declarar ante los agentes de Barbate. Ayer los cuatro pasaron a disposición judicial. Anoche aguardaban la decisión del juzgado de instrucción número uno de Chiclana para saber si ingresarán o no en prisión.
No es la primera vez que esta residencia es noticia. En las dos décadas de gestión de la asociación benéfica Obreros de la Cruz, nombre que ha bautizado esta operación, se han sucedido los escándalos. El centro, de carácter privado aunque con plazas concertadas por la Junta, cambió de manos en mayo de este año, después de que se hiciera efectivo un alzamiento judicial contra los anteriores gestores por impago del alquiler a la empresa que había comprado el inmueble. En 2002 dos de los ahora detenidos habían sido investigados por supuestos abusos sexuales en el centro por denuncias de dos empleados.
Las pesquisas se centraron en el principal gerente, José Herrera, conocido como hermano Pepe. La Iglesia ya aclaró en su día que la asociación, aunque se presentaba como católica, no está reconocida eclesiásticamente. Las indagaciones de los agentes permitieron descubrir que los gestores realizaron reintegros "ilícitos" y pagos a sus proveedores con el dinero de cuentas de los ancianos. Todas las víctimas tenían algún tipo de minusvalía mental o física. La Guardia Civil cree que el dinero utilizado les sirvió a los hermanos para realizar inversiones en hostelería, alimentación y ganadería, que no tuvieron éxito.
Los tres supuestos religiosos fueron localizados en Benalmádena (Málaga), donde habían fijado su residencia. El administrador fue arrestado en Medina y fue el único que aceptó declarar ante los agentes de Barbate. Ayer los cuatro pasaron a disposición judicial. Anoche aguardaban la decisión del juzgado de instrucción número uno de Chiclana para saber si ingresarán o no en prisión.
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